lunes, 23 de julio de 2007

un instalación ocurrente... de Moisés Finalé

Hoy estoy puesto pa' las artes... ;-)

Hace unas semanas tuvimos aquí en la Habana la oportunidad de ver la 4ta y última exposicion en casa -por el momento_ de Moisés Finalé, uno de nuestros mejores pintores, de aquellos que encasillaron en el "boom de los 80's" en Cuba y que, casi desde los mismos 80's, reside en París...

Aquí les reproduzco una nota de Pepe Alejandro en JR (http://www.juventudrebelde.cu/) acerca de esa muestra, sumamente sugerente para nosotros, aunque no coincido de su necesidad de "cerrar esa etapa", al contrario... este pintor puso una primera piedra (la idea y el arca) e invitó a todos los "interesados” en componer su inusual maleta-féretro-relicario que, con el transcurrir de los días se fue llenando de “antigüedades” ochentonas... Aquí habían una revista “Sputnik”, un radio “Juvenil 80”, el carné de la Juventud que alguna vez tuvo el pintor, su primer pasaporte, un jarro de aluminio de “la escuela al campo”, un osito Misha (tabarich!!!!), "Las iniciales de la Tierra" del ya fallecido y polémico escritor cubano Jesús Díaz (sí, el director fundador de la revista "Encuentro"), medallas de Héroes del Trabajo, un LP de Farah María (ñó!!!) y otro de Annia Linares (ññññóóóóóó!!!!!!!!!!!), una “libreta de ropa”, un Manual de Economía Política (socialista, impreso en la CCCP, como es natural), rollitos de proyector, un marco para fotos hecho con paleticas de helado plásticas, unas cocalecas de los primeros artesanos de la catedral(¿recuerdan?), un sello de nuestro primer y único viaje al cosmos (recuerdo que estábamos en el Instituto y el revuelo que causó el viaje de Tamayo al cosmos), un cartel del Período de Rectificación de Errores, un cheque para comprar en “la Casa del Oro y la Plata”, una chapilla de un internacionalista de Angola, el Tríptico de Silvio, una botella de brandy georgiano y otra de vino búlgaro, y un larguísimo etc.

No sé alguno de los que aun tenemos la "sede social" en La Habana estuvo por la (galería) Servando Cabrera, al lado de la Cinemateca, durante la muestra, pero yo la disfruté tanto, que no pude contener el enviarles este artículo relacionado a la misma.

Look at this:

"El arca de Finalé despide a los 80".

Por: José Alejandro Rodríguez
Correo: cult@jrebelde.cip.cu
06 de junio de 2007 00:11:49 GMT


Se fueron los 80, siente el pintor cubano Moisés Finalé, ahora que abrió allí, en plena galería Servando Cabrera, su inmenso cajón, como una de aquellas ingenuas maletas de madera para la escuela al campo, donde guardábamos las latas de leche condensada producidas cerca de Sheremetyevo. Se fueron los 80, insiste el pródigo fabulador que vuelve desde su casa en París, con una exposición personal, para darle digna sepultura en la memoria y la leyenda a aquella década mítica de la plástica cubana, década también al borde de tantos cambios irreversibles en la urdimbre social.
La muestra, un fresco de reapropiaciones y negaciones del artista sobre su propia obra en los seguros-inseguros 80, tiene su esquina más popular en el descomunal sarcófago-relicario donde cada quien, desde cualquier barrio de la ciudad y ante la necrófila exhortación del sepulturero Finalé, ha instalado objetos referentes, nostalgias básicas, no básicas y adicionales de lo vivido y sentido entonces.
La respuesta de los depositarios ha sido escandalosamente sublime: en el arca un reloj Poljot sigue marcando un tiempo agotado, donde panteras negras, producidas al por mayor para multimuebles de cartón bagazo, amenazan a un perrito de yeso lacrimoso. Un desorbitado ventilador Órbita sigue soplando vientos del Cáucaso, oreando el sudor de trabajo voluntario-maratón en cierta camisa Yumurí. Y muy cerca está el bono de constancia, ¡lo más importante! Billetes, fotos amarillentas, una máquina de escribir que enmudeció con los nuevos estilos, un radio VEF y la foto de una pequeña soñando con ser cosmonauta. Matrioshkas, retorcidas cucharas de calamina, documentos personales y las causas y azares de Silvio... aunque la Monumental insistiera en que «prendan prendan el mechón», augurio de tantos apagones...
El baúl —de los olvidos más que de los recuerdos para Finalé— se irá cerrando gradualmente en los próximos días. Y seis candados sellarán para siempre los arcanos depósitos. Las llaves se lanzarán al mar en la emblemática Playita de 16, donde tanto se escuchó Dust in the wind sobre el diente de perro, aunque Edita Pieja bostezara Tatatatararatata...
Nadie, ni el mismo autor, pudo decirme qué se hará con el «féretro» después. Lo más seguro es que a la obra cismática de Finalé le persiga el misterio que la posteridad siempre depara a esos enterramientos que, con los años y los siglos, son voraz bocado de arqueólogos y artistas; sin contar que son como una lapa las esquirlas inevitables que se incrustan en la memoria. Alguien que vive entre sucesos y nostalgias, en varios tiempos a la vez, tendría el soberano derecho a cuestionarse: ¿se fueron los 80?.

3 comentarios:

Betty dijo...

¡Qué bueno! La verdad es que no conocía a M Finalé, pero buscaré cosas suyas, esta ensalada de nostalgias es original y sin duda llega a los ochenteros. Esto lo hago como comentario para seguir el hilo de tu entrada Saúl.

Respondiendo al articulista de Rebelde, creo que los 80 no se han ido porque estamos nosotros que recordamos esas cosas (incluso mejor que nuestros mayores que tienen otros recuerdos más para atrás), pero lo único cierto es el cambio y la pátina del tiempo castigará las piezas del baúl, así que está bien que queden reflejadas con arte...

A propósito de esto hago un quote de algo que me mandó un amigo el año pasado con las misma tónica:

"Lamentablemente ya son tembas ó casi tembas......

La mayoría de la gente que entró en la universidad el año pasado nació en 1985. Para ellos había existido solamente un Papa, que había durado toda la vida. Nunca cantaron "We are the world, we are the children"; "Vibra la patria entera embravecida" ni "¡Que prendan el mechón!

Tenían 8 añitos cuando la Unión Soviética se desmerengó. No se acuerdan de la guerra fría y conocen una sola Alemania , aunque en la escuela repitan que hubo dos. Son demasiado jóvenes para acordarse de la guerra de Angola, o de la explosión del "
Challenger" y probablemente nunca sabrán que eran los "básico, no básico, dirigido y adicional". Para ellos tanto el SIDA como Elpidio Valdés han existido toda la vida.

No alcanzaron a desayunar oyendo Tía Tata. La libreta para ellos es tan vieja como la Biblia. Nunca tuvieron la felicidad de saber qué era un cine de barrio y vitrola para ellos es una mala palabra. La guerra de las galaxias se les hace bastante falsa y los efectos especiales parecen jueguitos de niños.

Muchos de ellos no saben o no recuerdan que los televisores tenían botones o perillas o más aún, algunos no han tenido nunca televisor en blanco y negro y no pueden explicarse siquiera lo que es ver la televisión sin un control remoto. Nacieron 3 años después que la SONY sacó a la venta la Walkman y para ellos los patines siempre han tenido ruedas de línea.

Y ni hablemos de la normalidad con la que ven un teléfono celular, un arete, un moño verde un negro rubio o una Pentium. Puede que nunca hayan oído hablar de El Tesoro de la Juventud, Todo el Mundo Canta o Para Bailar. Nunca se meten a nadar pensando en "Tiburón"..., Michael Jackson siempre ha sido blanco.... y como van a creer que Travolta pudo bailar con esa panza?..

Nunca oyeron expresiones como "Voy abajo"... o ... "Te partí". Por mucho que se les explique nunca podrán entender qué quiere decir "estar fajao". No recuerdan quién era Pinelli, y nacieron con una mochila vacía en la espalda. No pueden imaginar que bombo sea, también, un instrumento musical. No conocieron a Matilda, ni al Escéptico y para ellos "de que van van" puede ser la onomatopeya de una bronca a tiros.

Recuerdan con dificultad qué era "La Comedia Silente" o "Detrás de la Fachada", creen que el camello puede ser también por casualidad un animal del desierto. Y cuando se les habla de CHIPS piensan en el Coppelia del que le hablaban sus abuelos o en las papitas fritas de los sobrecitos.

Recuerda que toda esa gente entró a la Universidad el año pasado.
Ellos son los jóvenes de ahora.


SÍNTOMAS DE QUE ESTÁS ENVEJECIENDO

1- Cuando entiendes el texto anterior y sonríes

2-Cuando siendo un hombre, por fin eres capaz de decirle un NO a una mujer sin remordimientos

3-Cuando siendo mujer, por fin eres capaz de decirle SI a un hombre sin remordimientos

4- Cuando empiezas a practicar algún deporte y se lo cuentas a todo el mundo.

5-Cuando hay medicinas en tu mesita de noche

6-Cuando la virginidad hace tiempo que no es tema de conversación

7-Cuando los niños con quienes hace algún tiempo tenías cierta
complicidad ahora te tratan de usted...o peor aún, te dicen tío

8-Cuando necesitas mucho más tiempo que una mañana para recuperarte de una trasnochada

9-Cuando tú mismo cuelgas la toalla al terminar de bañarte

10-Cuando te molestas porque otro dejó la pasta de dientes destapada

11-Cuando tus sobrinos saben más que tú de computación.

12-Cuando vas a la playa y puedes pasarte todo el día sin bañarte

13-Cuando ves los partidos y conciertos por la televisión, en vez de ir a verlos en vivo

14-Cuando para hacer deporte compras ropa que te tape en vez de
mostrar.

15-Cuando prefieres ver a un amigo que hablar con él horas por
teléfono.

16-Cuando ya sabes lo que quieres

17-Cuando después de leer esto, decides enviarlo a un amigo que seguro le va a gustar.

.....entonces eres un temba"

Y es que -no nos lo cuestionemos-Finalé y los ochenteros estamos un poco tembas!

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

soy un temba irremediable desde que estoy en el pre., tal vez por eso la juventud me ha durado tanto.

que bueno ese escrito, el único requisito que me falta para ser temba es saber lo que quiero, creo que ese nunca lo voy a cumplir y si lo hago, entonces correria el riesgo de morirme del aburrimiento.

asi que mejor improviso algo, con musiquita de los yoyo y voy en pira , que ya me estoy poniendo nostalgico.;)

un abrazo, tony.

Betty dijo...

estás viviendo los mejores años de tu vida tony;-))... siempre me digo eso y la sumatoria de esos "mejores años" es lo que queda atrás, que me quiten lo bailao! y es verdad que los 80s eran duros en mucho sentidos, pero es lo que vivimos y no me gusta la amnesia mental del no-pasó, la cirugía del recuerdo o ponerle un velo gris de sufrimiento a toda esa época...porque no era así, buenos momentos hubo muchos, y aquí los recordamos a cada rato con los compis...
Vamos a armar otro Expo-sarcófago de cachivaches, pa la historia! un abrazo