martes, 11 de septiembre de 2007

En tren. Por: Guillermo Cabrera Álvarez (tomado de JR.cu)

Este artículo fue publicado hace ya un par de años o más en Juventud Rebelde, pero me pareció tan oportuno a la filosofia de nuestro blog que decidí "fusilarlo". Aquí Les vá íntegramente:

"La vida es comparable con un viaje en tren, comparación interesante porque nuestra vida está llena de embarques y desembarques, de accidentes, de sorpresas agradables, con subidas y bajadas tristes.

Cuando nacemos, subimos y encontramos seres queridos: nuestros padres. Lamentablemente, ellos, en alguna estación, bajarán definitivamente.

Pese a esto debemos continuar; conoceremos a otras personas. Durante la travesía, subirán hermanos, amigos y amores. Muchos solo realizarán un corto paseo, otros estarán siempre a nuestro lado compartiendo alegrías y tristezas. En el tren también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite.

Muchos se bajarán y dejarán recuerdos imborrables. Otros viajarán sin que nadie perciba que están allí sentados.

Algunos pasajeros queridos, prefieren sentarse lejos, en otros vagones. Eso nos obliga a viajar separados, aunque no impedirá que, con alguna dificultad, nos acerquemos. Lo difícil es aceptar que a pesar de estar cerca no podremos sentarnos juntos, pues otras personas los acompañan.
Este viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas. Este tren solo realiza un viaje: el de ida. Viajemos lo mejor posible, intentando una buena relación con sus pasajeros, pues en algún momento del viaje, alguien puede perder sus fuerzas y deberemos entenderlo, como alguien nos entenderá y ayudará cuando nos ocurra lo mismo.

El gran misterio es no saber en cuál estación nos toca descender. Cuando tenga que bajarme del tren, ¿sentiré añoranzas? La respuesta es sí; dejar a mis hijos viajando solos será muy triste. Separarme de los amores de mi vida, será doloroso. Tengo la esperanza de que en algún momento nos encontraremos en la estación principal, y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.

Ahora, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando. ¿Quién subirá? ¿quién será? Me gustaría que usted pensase que desembarcar del tren no es solo una representación de la muerte o el término de una historia que dos personas construyeron y que, por motivos íntimos, dejaron desmoronar.

Estoy feliz de ver cómo ciertas personas tienen la capacidad de reconstruir para volver a empezar, eso es señal de lucha, y saber vivir es poder obtener lo mejor de todos los pasajeros. A pesar de que nuestros asientos no están juntos, con seguridad viajo en el vagón de ustedes.

Regalo de jueves

Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad. (Pearl S. Buck)".

Nota: Guillermo Cabrera Álvarez (no confundir con Guillermo Cabrera Infante!!!!) fue un periodista cubano de larga trayectoria y amplio poder de convocatoria en la Isla y el exterior. Falleció el pasado mes de Julio de una afección cardiaca, en plena reunión con muchos de sus lectores más fieles, en el centro de nuestra Isla, en Guaracabuya. Quien quiera abundar sobre "el Guille", solo tiene que pinchar aquí. Sirva esta reproducción de un artículo suyo, como cierto homenaje tardío a quien muchos de nosotros, sin saberlo siquiera, también admiramos.

4 comentarios:

Marilyn dijo...

Me dio una mezcla de alegria y pena al leer este articulo porque yo era fan del Guille, siempre leia sus articulos , muy inteligentes y aguzados, que lastima que ya no este entre nosotros.

El isleño dijo...

Yo lo conocía personalmente por épocas y trabajos anteriores, aunque lejos de que pudiéramos decir que éramos amigos, ni mucho menos... sencillamente era un tipo Genial.

Lamentablemente la estación donde debía bajarse estaba anunciada desde hacía rato y, a pesar de tales alertas y/o avisos, el siguió siendo exactamente el mismo.

Tanto influyó que, aun después de fallecido, los tecleros más fieles siguen las convocatorias mensajes en el mismo lugar de siempre.

Iván dijo...

Y que gran verdad.
Todos tendremos que bajarnos del tren.

Betty dijo...

Qué pena, no sabía que había muerto...qué bien lograda la analogía del viaje de la vida - el tren, las relaciones humanas - las subidas y bajadas...