domingo, 9 de diciembre de 2007

Sobre Punset y sus “viajes”….

Eduard Punset es un economista y conocido divulgador científico español, autor de diversos libros sobre análisis económico y reflexión social, también ha sido redactor económico de la BBC, director económico de la edición para América Latina del semanario The Economist y economista del FMI. Jugó en su momento un papel destacado en la apertura de España al exterior como Ministro de Relaciones para las Comunidades Europeas. Además de todo eso, Punset es el director y presentador del programa de divulgación científica Redes en TVE desde hace más de diez años, y como asidua de sus programas los sugiero desde aquí a los lectores de nuestro blog. Como sugiero también sus libros El viaje al amor, El viaje a la felicidad:Las nuevas claves científicas, Adaptarse a la marea. La selección natural en los negocios y El alma está en el cerebro. Radiografía de la máquina de pensar…que son aproximaciones asequibles y “potables” a estas emociones universales.

Casualmente encontré hoy en uno de los blogs que frecuento, un comentario de Ignacio Caballero que celebra a Punset y sus respuestas en un programa televisivo reciente. Tan excelente es el comentario - y tanto lo comparto - que no puedo menos que traerlo aquí y lamentar que no se me haya ocurrido a mí escribirlo: -----------------------------------------------------------------------------------------------
De vez en cuando se produce el milagro de ver algo en televisión que realmente merece la pena. La noche del pasado miércoles disfruté de la entrevista que Jesús Quintero le hizo a Eduardo Punset. "Hay vida antes de la muerte"; esa fue la respuesta de Punset a la pregunta referida a qué es lo más importante para ser feliz en esta vida. Esa frase, contaba el señor Punset, la vio pintada en un grafitti en los años 60 en el metro de Nueva York. Añadió a su respuesta que es esencial enamorarse y amar para ser feliz: "quién deja de enamorarse... envejece y se muere". No puedo estar más de acuerdo en esa visión de la vida; escuchar a un científico hablar de esa forma permite, entre otras cosas, romper unos cuantos mitos castigadores sobre el sacrificio, la culpa y el temor más propios de escrituras apocalípticas que prometen una vida mejor tras la muerte. Acostumbrados a una sociedad que nos inculca la insatisfacción crónica, el erróneo sentido de posesión de las personas y el anhelo de algo mejor de forma permanente, nos estamos olvidando de sentir y hacer sentir, de cuidarnos y cuidar a los que tenemos a nuestro alrededor. Sentir, disfrutar y vivir el presente... porque los sentimientos de amor y felicidad no tienen versión 2.0 ni tampoco se hallan más allá del instante en el que nuestro corazón deje de latir. "Que la vida me atraviese"... es el lema que tiene la persona a la que más quiero... por eso, entre otras muchas cosas, hoy también nos queremos.
-------------------------------------------------------------------------------------------------
Gracias a Eduard Punset por adentrarnos en sus interesantes viajes, por Redes y por recordarnos lo valiosa y única que es la vida y lo que amamos en ella.

3 comentarios:

El isleño dijo...

Gracias a ti por enseñarnos quien es Puncet y por trasladarnos ese pedacito de genialidad que leiste (y leímos junto a ti) en ese blog...

Solo el amor hace la maravilla, dijo una vez un poeta muy querido por estos lares. Yo profeso esa religión.

Betty dijo...

Sí, en general soy bastante escéptica con el tema de la felicidad y el amor desde la óptica de "culebrón", llamémosla así, pero por el contrario encuentro mucho interés en los procesos bioquímicos que hay detrás de la felicidad de los seres humanos, y Punset es un promotor por excelencia de un enfoque científico de estos temas.... Debe ser esta época del año en que todo se pone amarillo y las hojas se caen y entra un poco de morriña existencial;-) No me hagan mucho caso que allá no se sintoniza el programa Redes;-D

El isleño dijo...

se vé que ya estás en la locura de Lynnat... no importa, lo importante es no dejar pasar esos momentos de felicidad (químicos o psíquicos)y saber aprovecharlos al máximo.